Cuando estaba en la Universidad, nos enseñaron un montón de tratamientos nutricionales para cualquier patología.

De hecho, parecía una carrera de nutrición clínica.

¿Pero sabes de qué tema no nos enseñaron prácticamente nada?

Exacto, de dietas basadas en plantas.

Es más, lo poco que nos enseñaron estaba totalmente desactualizado y la postura de los profesores incluso era opuesta a este estilo de alimentación.

Cuando, por cierto, ha demostrado ser el más eficaz para tratar múltiples patologías, cómo la diabetes, HTA, cáncer o síndrome metabólico.

Justo en esos años fue cuando yo estaba dando el salto a una dieta vegana, por lo que podrás imaginar que me indignó bastante ese panorama.

Así que fue ahí cuando se me «encendió una bombilla» y me di cuenta de que si quería, por una parte, entender realmente las dietas basadas en plantas para alimentarme de forma adecuada, y por otra parte poder dedicarme profesionalmente a ello, necesitaba aprender fuera.

Fue ahí cuando empecé a formarme con TODO lo que me encontré: cursos, libros, talleres, seminarios… la mayoría eran de fuera de España, ya que el tema apenas se tocaba aquí tampoco.

Años más tarde, me encontré asesorando a deportistas vegetarianos y veganos, dando charlas y talleres sobre vegetarianismo y creciendo en redes sociales hablando sobre este tema.

Y en ese momento, empecé a recibir mensajes de mis antiguos compañeros y otros profesionales, haciéndome preguntas básicas sobre nutrición vegetariana que realmente deberían haber aprendido en la carrera o grado superior.

En ese momento, mi pregunta era: